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Enema y evitar hernias inguinales

Cómo evitar las hernias inguinales con enemas.

Por qué a veces tenemos dificultades en el retrete

A menudo es por comer alimentos refinados, sin fibra: pan blanco, arroz blanco; y no comer nada de verdura.

Un poco de anatomía

Nuestras tripas no están “de cualquier manera” dentro del cuerpo. Están bien ordenadas:

señor con hueso pélvico

Cómo se producen las hernias inguinales

Haciendo mucho esfuerzo al defecar. ¿Cómo hacemos el esfuerzo? Pues llenamos de aire los pulmones y aguantamos la respiración, con ello empujamos el diafragma hacia abajo (al llenar de aire los pulmones) y no le dejamos subir (porque aguantamos la respiración).

Luego hacemos fuerza con los abdominales intentando acortarlos, contraerlos. Con ello estamos aumentando la presión en la caja pélvica, que contiene la bolsa (peritoneo) con los intestinos, que contienen lo que queremos expulsar por el agujero de abajo.

Riesgo: que se agrande uno de los dos agujeros mencionados antes y por allí sobresalga un trozo de intestino, antes de que salga lo que queremos por el ano. Solución típica y rápida: operación quirúrgica, aunque parece que puede arreglarse sin ella (más lentamente, etc.).

Enemas para las dificultades

Pera para enemas o lavativas Cuando tenemos dificultad en hacer nuestra “gran obra”, en vez de esforzarnos más y más, con el riesgo de acabar haciéndonos una hernia, lo mejor es hacernos un enema (una lavativa con una “pera”). Es más rápido, sencillo, indoloro y rápido que estar media hora luchando, tratando de expulsar “eso”, sentados en el retrete. (Evidentemente es más sencillo evacuar de cuclillas, como se hace en el campo, en el corral entre las gallinas, que en posición sentada. Además, esa posición dificulta que se produzca la hernia, al tener la piernas flexionadas contra el cuerpo).

Procedimiento

Nos prepararnos un “caldito” de agua de mar isotónica al fuego. Removiendo continuamente hasta que llega a 40 grados (hasta que nos quema la mano). Hay peras pequeñas y grandes. Las grandes tienen una capacidad de 4 vasitos de tamaño yogur.

(Aquí recomendamos hacerlo con agua de mar isotónica (un vaso de agua de mar mezclado con tres de agua normal). Puede hacerse de otras formas. Para desatascar un atasco puede usarse agua sola.

Llenamos la pera con ese caldito (para ello expulsamos el aire de la pera y, con ella vacía de aire, introducimos el extremo en el caldo y dejamos que lo absorba).

Con ayuda de la pera nos introducimos por el extremo del tubo digestivo contrario a la boca el caldito que hemos preparado.

Según el tamaño del “problema”, tendremos que repetir la operación más o menos veces, antes de conseguir que la aglomeración de materiales vaya saliendo.


Benditos médicos del seguro (en España) que recetan esto.

En España se puede comprar agua de mar en casi cualquier dietética (por ejemplo, esta), en farmacias (más cara), y en algunos supermercados como éste.

O en esta panadería ecológica que hace el pan con agua de mar y también la vende.

Rezar el Rosario (mejor en latín) es el último y único recurso que nos queda.

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