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Figuras de apariencia bella pero que engañan

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(En el Rosario Monumental, camino de la Santa Cueva de Montserrat)

El “misterio de iniquidad”, el odio del Demonio al hombre, actúa desde hace tiempo. Aquí hay unas figuras hechas en el s.XIX que tienen una estética realista, no deforme, monstruosa ni fea, pero que representan falsamente a Jesucristo en su pasión y resurrección.

Las figuras religiosas nunca son 100% realistas, porque no siempre conviene que sean así para cumplir con su fin: exaltar la devoción. Si fueran 100% realistas podrían provocar impresiones que desviaran de su fin. Por ejemplo, las figuras de Cristo crucificado no son realistas porque los clavos de las manos realmente estuvieron en las muñecas; tampoco representan fielmente el lamentabilísimo estado en el que debía estar Jesucristo cuando llegó a la cruz, que a Pilatos le llevó a presentarlo como “Ecce homo” a la turba judía. Igualmente, las figuras de S. José con la Virgen le muestran como anciano, cuando realmente sería ilógico que fuera así y lo más probable es que fuera un hombre en todo su vigor (30 – 40) años.

Lo que ocurre es que estas figuras que se adjuntan deforman la realidad insultando a los personajes que representan.

Primer misterio de dolor

La agonía en el huerto de Getsemaní, donde sudó sangre y fue consolado por un ángel.

Fijémonos en la postura del Señor. Alguien que como Él está hablando fervorosamente con el Padre (de rodillas), ¿va a sentarse sobre sus talones cuando venga un ángel a consolarle?

primero de dolor
Fijémonos en la postura de la cabeza: inclinada a un lado, mirando de reojo, de lado, al ángel que llega. ¿Nuestro Señor va a mirar inclinando de lado la cabeza a un ángel? Nosotros tomamos esa posición de cabeza y mirada cuando nos parece que alguien nos viene a importunar y le miramos sin querer apartar nuestra atención de nuestro dolor, como diciendo “¿qué me viene a decir ese?”.

primero de dolor


Segundo misterio de dolor

La flagelación atado a una columna.

¿Dónde está la columna? ¡Ah!, si, se ve un poco detrás de Él si miramos el misterio de lado. ¿Y lo están flagelando? ¿Quién?

segundo de dolor
Si quitamos la columna (que tampoco se ve mucho), ¿no parece más bien alguien esperando en la parada del autobús, disgustado porque tarda mucho?

segundo de dolor


Tercer misterio de dolor

Jesucristo siendo coronado con una corona de espinos.

Fijémonos en Sus manos. ¿Son las manos de alguien a quien están poniendo una corona de espinas? ¿No parecen más bien nuestras manos cuando nos lavan la cabeza en la peluquería? La mano del soldado a la izquierda si que es verosímil, las Suyas no, son falsas.

tercero de dolor


Primer misterio de gloria

La resurrección de Nuestro Señor

¿Con las piernas abiertas y brazos levantados y separados como haciendo “la ola”? No es nada elegante saludar a alguien con los pies separados. (De elegancia saben bastante los japoneses y nunca saludarían con los pies separados). Jesucristo nunca saludaría así.

Primero de gloria


primero de gloria
La composición de las otras figuras del conjunto tampoco parece muy acertada: lejos del camino, de espaldas, muy separadas unas de otras,...

primero de gloria


Segundo misterio de gozo

La visitación de la Virgen a su prima Santa Isabel

Estas figuras no es que sean “de apariencia bella pero que engañen”, sino que son muy monstruosas y además mienten, pues:

Además de mentir, ambas figuras tienen cuellos monstruosamente largos, deformes. ¿Quién puede rezar el segundo misterio de gozo delante de tales figuras mentirosas y demoníacas?

segundo de gozo


segundo de gozo


segundo de gozo



Benditos médicos del seguro (en España) que recetan esto.

En España se puede comprar agua de mar en casi cualquier dietética (por ejemplo, esta), en farmacias (más cara), y en algunos supermercados como éste.

O en esta panadería ecológica que hace el pan con agua de mar y también la vende.

Rezar el Rosario (mejor en latín) es el último y único recurso que nos queda.

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